Una mujer en el poema

Con gusto a luz
plena de alba,
abres los ojos
como una paloma
ansiosa.


El día se ensancha,
te espera,
te ofrece uvas
y caracoles al sol.


Intentas levantarte,
y aunque te esfuerces
te disuelves en tu lugar,
de blanco impalpable.



Estás
en mi día
como una fragancia
consumida.

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